Las bebidas energéticas suelen asociarse al rendimiento deportivo, pues a menudo se confunden con las isotónicas, cuya formulación está diseñada para la rehidratación de los deportistas. En este artículo hablamos sobre los efectos de las bebidas energéticas y sus contraindicaciones.
Qué son las bebidas energéticas
Aunque no existe una definición oficial, se entiende por “bebida energética” un tipo de bebida no alcohólica que se comercializa por su efecto estimulante. La mayoría de ellas contiene cantidades significativas de azúcar (hasta un 11 %) y cafeína. Si superan los 150 miligramos de cafeína por litro, debe indicarse en la etiqueta con la mención: “Contenido elevado de cafeína. No recomendado para niños ni mujeres embarazadas o en período de lactancia”. Asimismo, pueden contener taurina, vitaminas y otros componentes.
La publicidad que existe en torno a estas bebidas les atribuye beneficios asociados a la práctica de deporte y a la mejora de la concentración, entre otros. No obstante, estas promesas son infundadas.
Composición nutricional
Entre los ingredientes más comunes que se encuentran en las bebidas energéticas destacan:
- Cafeína. Según la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria (ACSA), la cafeína presente en una lata de bebida energética puede equivaler a dos tazas de café expreso, a cuatro tazas de café filtrado o a cuatro latas de refresco de cola. No obstante, hay variaciones en las cantidades de cafeína dependiendo de la marca.
- Azúcar. Puede llegar a cantidades de unos 11 gramos de azúcar por 100 mililitros de producto. Sin embargo, también existen opciones zero y “sin azúcar”, las cuales aportan edulcorantes artificiales como la sucralosa o el acesulfamo K.
- Vitaminas, en especial del grupo B, como la B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico) o B6 (piridoxina).
- Taurina (aproximadamente 4000 mg/l), glucuronolactona (unos 2400 mg/l) y, en algunos casos, L-carnitina (fabricada a partir de lisina y metionina).
- Extractos vegetales como guaraná, ginseng o ginkgo biloba. Pueden interaccionar con medicamentos y producir efectos secundarios como náuseas o insomnio.
- Aditivos como conservadores, saborizantes y colorantes.
En cuanto a calorías (valor energético), la mayoría de las bebidas energéticas ronda las 150 o 310 kilocalorías por lata.
¿Es perjudicial su ingesta? Efectos secundarios a largo plazo
Consumir bebidas energéticas puede tener consecuencias negativas para la salud, sobre todo cuando se consumen de forma recurrente. Los principales efectos adversos de estos productos son cardiovasculares (aumento de la presión arterial, palpitaciones, etc.) y neurológicos (ansiedad, insomnio, alteraciones del comportamiento…). Además, el riesgo de padecerlos es mayor en adolescentes, niños y personas con patología previa.
Por otra parte, el consumo de bebidas energéticas se asocia con la resistencia a la insulina, lo cual favorece el desarrollo de diabetes de tipo 2, obesidad y síndrome metabólico. Esto es debido al alto contenido de azúcar presente en su formulación (principalmente en forma de sacarosa y jarabe de maíz de alta fructosa).
En algunas bebidas energéticas, el contenido de vitaminas supera la ingesta diaria recomendada, lo cual puede suponer un riesgo de hipervitaminosis. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) declara un riesgo moderado o alto tanto para la vitamina B3 como para la B6.
Por todo ello, las bebidas energéticas no pueden considerarse opciones saludables. Se recomienda sustituirlas por agua o infusiones sin azúcar.
¿Qué le pasa a tu cuerpo al tomar bebidas energéticas?
Seguro que alguna vez te has preguntado cuánto tarda en hacer efecto el Red Bull. Pues bien, puedes empezar a notar el efecto de la cafeína a los 15 o los 30 minutos de haberlo tomado, aunque dura varias horas (entre cuatro y ocho). Por ello es importante evitar tomar bebidas energéticas antes de dormir.


