Una de las claves fundamentales para controlar la diabetes tipo 2 es llevar una dieta equilibrada que no solo contribuya a mantener niveles saludables de azúcar en sangre, sino que también mejore la sensibilidad a la insulina y reduzca el riesgo de complicaciones. Una alimentación adecuada debe incluir una variedad de nutrientes esenciales, proteínas magras y grasas saludables que ayuden a estabilizar los niveles de glucosa y eviten picos de azúcar.