El daltonismo es una condición de origen genético que provoca que los que la sufren no puedan distinguir los colores correctamente. Su investigación se remonta al siglo XVII y, aunque los que lo padecen no acarrean ningún tipo de problema cognitivo que debiera entorpecer el aprendizaje, a menudo genera algún tipo de problema si no se realiza una rápida detección.
Daltonismo y aprendizaje
Los niños que padecen daltonismo tienen las mismas capacidades de aprendizaje que el resto de sus compañeros. Sin embargo, pueden tener dificultades si sus materiales no están adaptados y resentirse su rendimiento. Los principales problemas que enfrentan es la búsqueda y retención de información cuando está codificada por colores. Por ello, suele requerir de un apoyo específico en el aula.
Por ello, es importante que los profesores tengan en cuenta que estos alumnos pueden tener problemas con determinados libros de textos, mapas de colores o pizarras electrónicas. Para poder adaptar la formación, es fundamental que se diagnostique de forma temprana.
Las fuentes oficiales y académicas recomiendan la misma solución: usar etiquetas, texturas o patrones en lugar de solo color, lo que demuestra que el color sin apoyo es una barrera para el aprendizaje.
Aunque no exista una cura para el daltonismo, sí hay determinadas lentes o gafas que pueden ayudar a percibir correctamente la variedad o gama cromática de los colores.
Tipos de daltonismo
El daltonismo puede ser monocromático, cuando hay una ausencia total de los tres tipos de conos, o discromatopsias, cuando se distinguen tres colores básicos. De este último existen tres tipos:
- Protanomalía. Se produce por una deficiencia en los conos rojos, que hace que se perciban los colores rojos más atenuados y se confundan con los verdes y los marrones.
- Deuteranomalía. Ocurre por una deficiencia en los conos verdes, la cual hace que se perciban los colores verdes más apagados y se confundan con los rojos y los marrones.
- Tritanomalía. Se da cuando existe un déficit en los conos azules, que hace que se perciban los colores azules más claros y se confundan con los amarillos y los violetas.
La forma más común de daltonismo es la que dificulta distinguir entre el rojo y el verde, aunque existen más.
Investigación del daltonismo
John Dalton le regaló unas medias a su madre cuando tenía 26 años. El hecho no es de gran importancia, salvo por el detalle de que la madre del científico recibió unas medias moradas, un color que a una mujer de finales del siglo XVII no le parecía adecuado llevar. John empezó a sospechar entonces que algo fallaba. A sus ojos, esas medias eran azules y encajaban sin problema con la estética de su madre y la de todas las otras mujeres inglesas. Ese fue el primer indicio que lo llevó a descubrir un trastorno visual que más tarde sería conocido como “daltonismo”.
Esta alteración la sufría también su hermano, y durante toda su vida intentó descubrir lo máximo posible sobre esta condición que le hacía ver el mundo diferente a los demás. Desde que John le regaló a su madre unas medias moradas, la ciencia ha seguido investigando los orígenes y efectos del daltonismo. Esta condición afecta a un 8 % de los hombres en el mundo y solo a un 0,5 % de las mujeres.
En un principio se pensaba que el daltonismo lo causaba una deficiencia en el propio ojo. Más tarde, se descubrió que el problema residía en los fotorreceptores de la retina, llamados “conos”, que se encargan de captar la luz y el color.
Para vislumbrar la causa de la enfermedad, el propio Dalton pidió que se diseccionaran sus ojos una vez muerto. Así se hizo, pero no se percibió nada extraño. Sin embargo, sus globos oculares se conservaron en un recipiente en The Manchester Literary & Philosophical Society. En 1995, un equipo de biólogos moleculares de la Universidad de Cambridge solicitó permiso para analizar su ADN. Se descubrió entonces que Dalton carecía de los fotorreceptores retinianos del color verde, así que su tipo de daltonismo era deuteranopia.
Causas genéticas
En la actualidad se conoce que el daltonismo se debe a una mutación genética. Se transmite de forma recesiva ligada al cromosoma X, así que se hereda por vía materna. No obstante, los hombres son más sensibles a padecerlo, ya que solo requieren que el cromosoma X que heredan de su madre lo contenga. En el caso de las mujeres, con dos cromosomas X, deberían heredar la condición de ambas partes.
Esta alteración genética afecta a los conos, unas células especializadas que se encuentran en la retina y que se activan con la luz. Dependiendo de qué tipo sea inexistente o defectuoso, se padece un tipo distinto de daltonismo.


