El control del dolor es uno de los retos de la medicina moderna, y la neurociencia puede ofrecer una respuesta. Sin embargo, para muchos, el dolor es una constante debilitante que impacta su calidad de vida. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “el dolor crónico afecta a más de 1,5 mil millones de personas en todo el mundo”. Este problema de salud pública ha impulsado una intensa investigación en el campo de la neurociencia con el objetivo de desarrollar métodos más efectivos para el control del dolor.