Qué es la artritis reumatoide
La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria autoinmune que afecta, con frecuencia, a pequeñas articulaciones de manos y pies, a menudo de forma simétrica. Sin tratamiento, la inflamación sostenida puede dañar cartílago, hueso y tejidos periarticulares, reduciendo la movilidad y la calidad de vida.
Síntomas más frecuentes
- Rigidez matutina prolongada (≥30–60 minutos).
- Dolor, calor e hinchazón de articulaciones (muñecas, nudillos, tobillos, pies).
- Fatiga, malestar general y, a veces, febrícula.
- Con el tiempo, deformidad digital y limitación funcional.
Causas y participación del sistema inmune
Aunque el origen exacto no está totalmente claro, se han identificado factores que contribuyen:
- Genética: algunas variantes hereditarias de los genes pueden aumentar la probabilidad de desarrollar la enfermedad.
- Ambientales: exposición a agentes infecciosos o irritantes en personas predispuestas.
- Autoinmunidad: el sistema inmunitario ataca la membrana sinovial, generando sinovitis e inflamación persistente.
Factores de riesgo
- Sexo: es más frecuente en mujeres.
- Edad: puede aparecer en cualquier momento, con pico entre los 45 y los 60 años.
- Antecedentes familiares: la carga genética aumenta el riesgo.
- Tabaquismo: eleva la probabilidad y suele agravar la evolución.
- Sobrepeso: se asocia a mayor actividad inflamatoria y peor respuesta.
Diagnóstico
El diagnóstico es clínico y lo realiza preferentemente reumatología. De acuerdo con las recomendaciones habituales —como las difundidas por la Sociedad Española de Reumatología (SER)— se combinan:
- Exploración (patrón articular, duración de la rigidez).
- Análisis: factor reumatoide, anti-CCP, reactantes de fase aguda.
- Imagen: ecografía o radiografía para detectar sinovitis y erosiones.
Tratamiento: enfoque integral
El objetivo es alcanzar baja actividad o remisión cuanto antes.
Fármacos
- AINE y analgésicos: alivio del dolor y la inflamación.
- Corticoides a dosis bajas y por tiempo limitado en brotes.
- FARME (modificadores de la enfermedad) como base del tratamiento.
- Terapias avanzadas indicadas por el especialista cuando procede.
Fisioterapia y hábitos
- Protección articular y economía del esfuerzo.
- Ejercicio regular (fuerza y movilidad) para mantener función y flexibilidad.
- Abandono del tabaco y control del peso.
- Apoyo emocional para manejar dolor crónico y adaptación.
Cirugía
En casos seleccionados, puede valorarse artroplastia (reemplazo articular) o sinovectomía para aliviar dolor y mejorar función.
FAQs
¿Es lo mismo artritis reumatoide y artrosis?
No. La artritis reumatoide es autoinmune e inflamatoria; la artrosis es degenerativa y por “desgaste” del cartílago.
¿Tiene cura?
No existe una cura definitiva, pero con tratamiento temprano muchas personas alcanzan remisión o baja actividad.
¿Qué pruebas confirman el diagnóstico?
La combinación de clínica, anticuerpos (factor reumatoide y anti-CCP), marcadores inflamatorios e imagen (eco/rx) orienta el diagnóstico.
¿Qué ejercicios ayudan?
Movilidad suave y fortalecimiento supervisado por fisioterapia. Evita sobrecargar en brotes.
¿La alimentación influye?
Un patrón saludable (tipo mediterráneo) y el control del peso pueden ayudar a reducir la inflamación sistémica.
Nota: Esta información es divulgativa y no sustituye el consejo médico profesional.