El gazpacho, una sopa fría originaria de Andalucía, se ha convertido en un símbolo de tradición e innovación gastronómica. En sus múltiples variantes, es una respuesta creativa y muy sabrosa a la necesidad de hidratarse en los meses más calurosos. Y es que este alimento ofrece una solución elegante, vistosa y deliciosa para combatir el calor y para amenizar las comidas, ya sea como entrante o como principal, si se le añaden proteínas o carbohidratos.