En un mundo cada vez más acelerado y digital, las manualidades han emergido como una forma efectiva de promover la salud mental y el bienestar. Estas actividades, respaldadas por investigaciones científicas, han demostrado beneficios tanto psicológicos como neurológicos. Al trabajar con las manos se estimulan áreas del cerebro responsables de la atención plena, la planificación y la coordinación motora fina, lo que genera efectos positivos en nuestra mente y nuestro cuerpo.
Estudios publicados en el Journal of Occupational Therapy y el American Journal of Public Health destacan que actividades como tejer, pintar o modelar reducen significativamente los niveles de cortisol, la “hormona del estrés”. Esto se debe a que estas tareas requieren un enfoque sostenido, lo que desplaza pensamientos repetitivos y promueve un estado de atención plena. Además, la liberación de dopamina asociada a la realización y finalización de un proyecto creativo refuerza los circuitos de recompensa en el cerebro, lo que fomenta las sensaciones de logro y bienestar.
Manualidades y salud mental
Las manualidades potencian la neuroplasticidad al desafiar al cerebro con nuevas habilidades y patrones motores. Al participar en manualidades, retamos a nuestro cerebro con nuevas habilidades y patrones motores. La necesidad de aprender técnicas, recordar pasos y coordinar movimientos estimula la creación de nuevas vías neuronales. Este proceso de aprendizaje y adaptación fortalece la neuroplasticidad y mejora la función cognitiva en general. La coordinación mano-ojo, la planificación de los pasos que se van a seguir y la resolución de problemas que implican las manualidades activan áreas del cerebro como la corteza prefrontal y el cerebelo. También desempeñan un papel fundamental en la coordinación motora fina y el aprendizaje. Por estas razones, muchas empresas han comenzado a incorporar talleres creativos como herramientas de teambuilding debido a su capacidad para mejorar la comunicación, reducir el estrés laboral y fortalecer los lazos entre equipos.
Espacios como El Niu Manualitats, en Barcelona, encarnan esta filosofía y ofrecen talleres que combinan creatividad, relajación y conexión social. Estos lugares no solo son un refugio para el autocuidado, sino también un recordatorio del poder transformador de las manualidades en un mundo que necesita, más que nunca, espacios de calma y creatividad.
Lluïsa Serrallach
Fundadora de El Niu Manualitats