¿Cuál es la relación entre la salud de la piel y el estrés?
En situaciones de estrés, el organismo libera hormonas como el cortisol y la adrenalina. Como advierte la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), dichas hormonas promueven una mayor producción de sebo, lo que puede incentivar la obstrucción de poros y desencadenar brotes de acné. Asimismo, tener unos niveles elevados de cortisol durante un tiempo prolongado se relaciona con una mayor inflamación de bajo grado, y ello puede producir enrojecimiento e hinchazón en la piel, entre otras reacciones.
Por otra parte, cuando estamos estresados, tomamos peores decisiones en relación con la comida, dormimos peor, tenemos menos tiempo para practicar actividad física… En definitiva, el estrés influye negativamente en nuestros hábitos y esto también puede tener un impacto en la salud de la piel.
Qué afecciones cutáneas pueden empeorar con el estrés
Algunas afecciones ya establecidas en la piel pueden agravarse con el estrés. Las más comunes son:
- Eccema o dermatitis. Se trata de una dolencia que cursa con hinchazón y enrojecimiento de la piel. A menudo también provoca picor y escozor en la zona afectada. Uno de los tipos más comunes de eccema es la dermatitis atópica, una afección crónica en la que aparecen brotes. Uno de los factores desencadenantes de los brotes de dermatitis atópica es el estrés, además del calor, la sequedad y el contacto con sustancias químicas.
- Psoriasis. Es una enfermedad crónica de la piel que se caracteriza por la aparición de sarpullidos en diferentes zonas del cuerpo como las rodillas, el cuero cabelludo, los codos, el tronco y las palmas de las manos. La psoriasis suele manifestarse en ciclos de brotes y remisión. Puede llegar a ser muy molesta, ya que con frecuencia duele y genera picazón (prurito).
- Rosácea. Es una de las afecciones más comunes de la piel. Causa enrojecimiento en el cutis, así como granitos y dilatación de pequeños vasos sanguíneos (denominados también “arañas vasculares” o “telangiectasias”). El estrés emocional desempeña un papel importante en el empeoramiento de la piel en estos casos.
- Acné. Se trata de un trastorno de la piel debido a la obstrucción de los folículos pilosos con grasa y células muertas. Suele ser más común durante la adolescencia, aunque también puede afectar a personas adultas. Los cambios hormonales, el consumo de ciertos alimentos y el estrés son algunos de los factores desencadenantes de esta afección.
Recomendaciones para cuidar la piel en períodos de estrés
Lo más importante en épocas de tensión o estrés emocional es aprender a gestionarlo. Para ello existen técnicas como la meditación, el mindfulness o el yoga, que pueden ayudar al manejo del estrés. Otras medidas que se deben tener en cuenta son:
- Priorizar el descanso nocturno. El sueño es clave para la regeneración celular y la oxigenación de los tejidos. Mientras dormimos, la piel recibe más oxígeno y nutrientes.
- Cuidar la alimentación. Si bien es cierto que en períodos de estrés tendemos a ir a lo más rápido (comida preparada, dulces, bebidas energéticas…), esto también promueve la inflamación. Por ende, se recomienda evitar la comida basura y consumir más vegetales frescos. ¡Una ensalada o un batido de fruta también son opciones fáciles y rápidas de preparar!
- Mantener una rutina facial simple, priorizando la limpieza de la cara tanto por la mañana como por la noche. Asimismo, es fundamental usar protector solar al exponerse al sol.
- Pasar tiempo en contacto con la naturaleza. Hay muchas formas de hacerlo, aunque no dispongamos de mucho tiempo para desplazarnos a zonas rurales. Por ejemplo, pasear por un parque o por el paseo marítimo.
- Consultar con un profesional en caso de empeoramiento de cualquier afección cutánea o aparición de manchas, granos…
En resumen, cuidar de la piel y mantener unos hábitos saludables incluso en momentos de estrés pueden ayudar a evitar brotes de acné, psoriasis u otras afecciones cutáneas. Ante este tipo de problemas es recomendable acudir a un dermatólogo para asesorarse sobre el tipo de tratamiento y qué productos usar.