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Ciencia capilar

Sol, mar y cloro: ¿por qué dañan el pelo y cómo impedirlo?

Examinamos cómo la radiación ultravioleta, la sal, el cloro y la humedad afectan a la estructura molecular del cabello y qué rutina experta seguir proteger y fortalecer tu fibra capilar.
3 de agosto de 2025
Cuidar el pelo en verano

Durante el verano, el cabello se enfrenta a múltiples factores que pueden comprometer su salud, como la humedad, temperaturas elevadas, exposición constante a la radiación solar o contacto con agentes químicos como el cloro. Todo ello puede dejar el pelo seco, opaco y quebradizo si no se le proporcionan los cuidados adecuados. ¿Pero qué elementos específicos dañan realmente la fibra capilar y, lo más importante, cómo protegerla para mantenerla fuerte y vibrante durante toda la temporada estival?

En este artículo recogemos lo que la ciencia dice sobre salud capilar y los mejores consejos para prevenir daños en la estructura del cabello.

 

Estructura capilar: cómo es el cabello

Cuando hablamos de estructura capilar hacemos referencia a la composición y organización de cada hebra de cabello; es decir, cómo está formado anatómicamente. Conocer esta estructura es fundamental para entender cómo tratar y cuidar el pelo de manera adecuada, ya sea en el ámbito de la peluquería, la estética o la salud capilar.

Las partes principales del pelo son la corteza, la médula y la cutícula, y está compuesto básicamente por queratina, una proteína que le da resistencia, firmeza y flexibilidad. Además, contiene un 10-15 % de agua, que le ayuda a mantener la hidratación y elasticidad; lípidos, que le dan protección; minerales y oligoelementos como el zinc, el hierro y el cobre, y pigmentos como la melanina. La combinación de estos elementos es lo que da la estructura y características propias a cada cabello.

 

 

 

Factores responsables del daño capilar

La combinación de radiación solar intensa, cloro de las piscinas, salinidad del mar y aumento de la humedad ambiental contribuye a la deshidratación profunda de la fibra capilar. Estos factores provocan que el pelo pierda su elasticidad natural, se vuelva quebradizo, opaco y más propenso a la rotura. ¿Sabes qué dicen los estudios dermatológicos y tricológicos sobre cómo impactan estos elementos en la salud de nuestro cabello?

 

Radiación ultravioleta (UVA y UVB)

La radiación ultravioleta penetra en las capas externas del cabello y desencadena procesos oxidativos severos que lo debilitan desde dentro, especialmente en cabellos texturizados, tal y como explican la Dra. Eva Markiewicz y el Dr. Olusola C. Idowu, autores de varias investigaciones publicadas en la revista científica Cosmetics.

  • Los rayos UVB son la principal causa de las quemaduras solares y de envejecimiento celular, y afectan directamente a la estructura del cabello. Rompen proteínas como la queratina y dañan aminoácidos clave, lo que debilita los enlaces internos del pelo encargados de mantener la fibra fuerte y flexible. Como resultado, el cabello pierde resistencia, se vuelve más frágil y con una textura áspera.
  • Los rayos UVA penetran más profundamente y su efecto es acumulativo. A largo plazo, causan daños como el envejecimiento prematuro de la piel, manchas, arrugas y flacidez. En el cabello, estos rayos oxidan la melanina, provocando una fotodegradación del color natural que vuelve el cabello más claro o amarillento.

 

➡️ Para evitar este debilitamiento estructural de las fibras capilares, se recomienda el uso de protectores solares capilares con filtros UV, ya sea en forma de espray, aceites o cremas, además de barreras físicas como sombreros de ala ancha o pañuelos.

 

Agua salada y cloro

El agua de mar puede debilitar el cabello y dejarlo más poroso, menos elástico y con mayor tendencia al frizz. Además, potencia la pérdida de brillo y, en cabellos teñidos, puede hacer que el color se desvanezca.

  • El cloruro de sodio (sal), el magnesio y el calcio que se encuentran en el agua de mar provocan lo que se conoce como “desequilibrio osmótico”. Es decir, extraen la humedad del cabello, dejando la fibra capilar seca y quebradiza.
  • Al meterte en el agua con el cabello seco, los cristales de sal presentes en el agua se depositan sobre la cutícula y, con el roce y el viento, van dañando la estructura capilar.
  • Además, el agua de mar tiene un pH alcalino, superior al pH del cabello, lo que hace que la cutícula se abra y sea más vulnerable a la radiación solar.

 

El cloro es un agente oxidante que se usa para desinfectar piscinas, el cual ataca las proteínas y los lípidos del cabello.

  • Oxida los lípidos naturales del tallo capilar (ácidos grasos y ceramidas), eliminando la capa hidrolipídica protectora.
  • Interactúa con los pigmentos del cabello (sobre todo con rubios y teñidos), generando compuestos como el cobre, que puede dar un tinte verdoso al cabello.
  • Disuelve parcialmente la capa externa del cabello, lo que aumenta su porosidad y fragilidad.

 

➡️ Para proteger el cabello en la playa o la piscina, hay que humedecerlo antes del baño y aplicar un protector resistente al agua, distribuyéndolo bien por todo el pelo. Si es posible, lo ideal es hacerse un moño o trenza para evitar el roce. Tras el baño, hay que enjuagar el pelo con agua dulce y lavarlo con un champú suave. Posteriormente, lo recomendable es usar acondicionador o mascarilla.

 

Humedad ambiental

La humedad ambiental afecta el contenido de agua de la fibra capilar y rompe los enlaces físicos que le dan estructura. En cabellos porosos, esta absorción es irregular, provocando que la fibra se hinche de forma desigual y aparezca el frizz.

 

➡️ Para impedirlo, hay que usar productos que recubran y sellen la cutícula. Para ello, hay que elegir cosméticos capilares con un pH ácido, de entre 3,5 y 4,5, y fórmulas con polímeros fijadores ligeros y selladores térmicos.

 

La prevención es clave

El cabello no tiene capacidad de autorreparación. A diferencia de la piel, una vez dañado, no puede regenerarse por sí solo. Esto significa que cualquier daño acumulado –por el sol, el cloro, la sal del mar o el calor– es permanente. Por eso, para cuidar el pelo en verano es esencial adoptar una rutina preventiva y consciente.

La radiación ultravioleta penetra en las capas externas del cabello y desencadena procesos oxidativos severos
Cuidar el pelo en verano

¿Qué es la queratina?

La queratina es la proteína fibrosa que forma la parte fundamental de la estructura del cabello, las uñas y la capa externa de la piel. Es un proteína resistente e insoluble al agua. La producen las células llamadas “queratinocitos”, que se encuentran en la epidermis y en los folículos pilosos. En el cabello, le da resistencia, elasticidad y forma.

Pasos para la rutina de cuidado capilar

Una rutina básica para proteger el cabello durante el verano consta de los siguiente pasos:

🧴 Al exponerse al sol y al agua: Humedecer el cabello y aplicar un protector capilar. En muchos casos, estos productos protegen de los rayos UV, del cloro y de la sal.

🚿 Después del baño: Aclarar el cabello con agua templada o fría. Lavarlo con un champú suave y aplicar un acondicionador.

🧖‍♀️ Hidratación profunda: Aplicar una mascarilla nutritiva de una a tres veces por semana.

💇‍♀️ Rutina de peinado: Peinar el cabello con un peine ancho y secarlo al aire o con calor medio.

🥑 Nutrición adecuada: Consumir alimentos ricos en antioxidantes y micronutrientes. En caso de déficit, un profesional puede indicar qué complementos alimenticios tomar.

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