El dolor de cabeza es una condición muy común y la mayoría de las personas la experimenta a lo largo de su vida. De hecho, más del 90% de la población española reconoce haber sufrido algún tipo de cefalea, según datos de la Sociedad Española de Neurología.
Aunque estas molestias no suelen representar un riesgo grave para la salud, en los casos más intensos pueden llegar a afectar a la rutina diaria. Algunos de los síntomas pueden aliviarse con cambios en el estilo de vida, por lo que resulta fundamental identificar las causas y saber cuándo acudir a un profesional.
Tipos de dolor de cabeza
Los episodios de cefalea producen una presión palpitante, constante o punzante en distintas zonas de la cabeza y con intensidad variable. Según el origen del dolor, se pueden diagnosticar como cefaleas primarias o secundarias.
Dolor de cabeza primario
Este se produce por sí solo, es decir, no está causado por ninguna condición médica. Algunas de las cefaleas primarias más comunes son:
- Dolor de cabeza tensional: Es el más frecuente, y suele ser leve o moderado. Uno de los causantes son las emociones, como el estrés, ya que provocan tensión en músculos pericraneales.
- Migraña: Es un dolor de cabeza crónico que aparece en brotes y empeora con la actividad física. Suele ir acompañado de náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz y al ruido.
- Cefalea en brotes: Es un tipo de dolor poco común que afecta a un lado de la cabeza. Los episodios son breves pero muy dolorosos y frecuentes. Puede ir acompañado de lagrimeo en los ojos, párpados caídos y congestión nasal.
Dolor de cabeza secundario
Este aparece como consecuencia de otra enfermedad o condición médica y se considera un síntoma de esa enfermedad. La cefalea de rebote es la más frecuente en este grupo y surge debido al uso excesivo y prolongado de medicamentos para el dolor de cabeza.
La mayoría de los dolores secundarios no son peligrosos y suelen desaparecer cuando se trata la causa que los provoca.
¿Cuáles son las causas más frecuentes?
Algunas cefaleas pueden aparecer después del consumo de ciertos alimentos. Por ejemplo, el exceso de cafeína, embutidos, chocolate, frutos secos salados y el alcohol pueden desencadenar ataques de migraña.
Otros factores son:
- Estrés emocional
- Cambios del clima
- Cambios en la dieta y el horario del sueño
- Deshidratación
Cuando se sufren cefaleas de forma recurrente, es recomendable llevar un registro detallado, ya que ayuda a identificar los patrones y los desencadenantes. Este debe incluir la hora y el día del dolor, su intensidad, la localización, la duración y los síntomas. También pueden incluirse los hábitos alimenticios y otros posibles desencadenantes como el estrés.
¿Cómo aliviar el dolor de cabeza? Tratamientos.
No todos los dolores de cabeza necesitan tratamiento médico. En la mayoría de los casos, es suficiente con pequeños cambios en el estilo de vida para mejorar las molestias. Por ejemplo:
- Mantener un horario de sueño.
- Evitar siestas largas, ya que disminuyen la calidad del sueño.
- Realizar ejercicio físico.
- Reducir el consumo de alcohol.
- Mantener una dieta saludable y una correcta hidratación.
- Realizar técnicas para reducir el estrés.
Si las cefaleas son persistentes, puede añadirse un tratamiento farmacológico. Algunos de los fármacos más utilizados son los analgésicos, antieméticos, antimigrañosos y medicamentos profilácticos. Aunque la mayoría son de libre venta, es recomendable consultar a un especialista antes de consumirlos.
¿Cuándo acudir al médico por dolor de cabeza?
Algunos dolores pueden ser signos de enfermedades más graves. Por ello, es fundamental reconocer los síntomas de alarma como:
- Confusión, debilidad, visión doble o pérdida del conocimiento.
- Dolor creciente.
- Fiebre, náuseas, vómitos.
- Pérdida de sensibilidad en otras partes del cuerpo.
- Convulsiones o dificultad para respirar.
En estos casos es necesario acudir a un profesional de la salud. El especialista revisará los antecedentes médicos y realizará unos exámenes físicos y neurológicos. También puede solicitar un análisis para averiguar si existe una causa específica de las molestias. Además, llevar un registro de las cefaleas detallado puede ayudar en el diagnóstico.
A menudo, el dolor de cabeza no se percibe como una amenaza grave para la salud y no suele diagnosticarse ni tratarse adecuadamente. Sin embargo, es fundamental acudir a un especialista, especialmente si el dolor es muy intenso o empeora con el paso de los días, ya que podría ser síntoma de una enfermedad más grave.


