El calor extremo va en aumento año a año, y amenaza la salud de las personas. Niños y adolescentes son el grupo más vulnerable, por la gran cantidad de años de vida que deberán sufrir estas alteraciones, las cuales podrían recortar significativamente su esperanza de vida, según apuntan varios estudios.
En 2015, los países firmaron el Acuerdo de París comprometiéndose a limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. Sin embargo, en enero de 2025, la temperatura ya ha subido 1,75 °C y las proyecciones indican un aumento de 2,7 °C si no se cambian las políticas actuales.