El aquagym es mucho más que un deporte acuático; es una disciplina que te permite tonificar todo tu cuerpo de forma suave y efectiva. Al sumergirte hasta los hombros, tu cuerpo solo soporta el 10% de su peso, lo que reduce el impacto en tus articulaciones hasta en un 90% comparado con el ejercicio en tierra firme. Esta ingravidez no solo disminuye el riesgo de lesiones, sino que también minimiza los dolores musculares post-entrenamiento.
Un ejercicio completo para tu salud
El aquagym ofrece beneficios que van más allá del simple acondicionamiento físico. Practicarlo de forma regular te ayuda a:
- Mejorar la salud cardiovascular: fortalece tu corazón y tu capacidad pulmonar.
- Reducir la presión arterial: el agua ayuda a estimular la circulación.
- Tonificar todos los músculos: la resistencia del agua trabaja cada parte de tu cuerpo.
Lo que necesitas para empezar
Para disfrutar de una clase de aquagym, solo requieres algunos elementos básicos:
- Una piscina adecuada: la profundidad ideal es de 120 a 150 cm.
- Vestimenta de baño cómoda: opta por un traje de baño diseñado para darte libertad de movimiento.
- Material complementario: a veces se usan flotadores o mancuernas para aumentar la resistencia.
- Gorro y chanclas: esenciales para la seguridad y la higiene.
Estructura de una clase típica de aquagym
Una sesión se divide en tres partes:
- Calentamiento (10 min): aumenta progresivamente tu ritmo cardíaco y calienta tus músculos.
- Entrenamiento (30 min): se combinan ejercicios aeróbicos y de fuerza para trabajar el cuerpo de forma integral.
- Estiramientos (final): los últimos minutos son para estirar y volver a la calma.
El aquagym es una disciplina apta para todos los niveles, desde principiantes hasta deportistas avanzados. Su versatilidad y sus múltiples beneficios lo convierten en una opción ideal para mantenerse en forma de manera segura y divertida.
Aquagym: un deporte de bajo impacto
Se llama deporte de bajo impacto a aquellos que minimizan la presión y la tensión sobre las articulaciones, tendones y ligamentos. Un ejercicio que implique correr o saltar será de alto impacto, que el cuerpo está recibiendo fuerza, mientras que, en los deportes de bajo impacto, ambos pies se mantienen en contacto con el suelo o el agua en todo momento, reduciendo la fuerza que recibe el cuerpo.
¿A quién se recomienda un deporte de bajo impacto?
Este tipo de ejercicio es ideal para una amplia variedad de personas, especialmente aquellas que buscan evitar lesiones o que tienen ciertas condiciones de salud:
- Personas mayores: ayuda a mantener la movilidad, la fuerza y la salud cardiovascular sin un riesgo elevado de lesiones.
- Individuos con problemas articulares: es perfecto para quienes sufren de artritis, dolor en las rodillas, cadera o espalda.
- Mujeres embarazadas: les permite mantenerse activas de forma segura, aliviando el peso sobre las articulaciones.
- Personas con sobrepeso u obesidad: reduce el estrés en las articulaciones que soportan el peso corporal, facilitando el inicio de una rutina de ejercicio.
- Aquellos en rehabilitación: es una herramienta excelente para recuperarse de lesiones, fortaleciendo el cuerpo de manera gradual y controlada.
- Deportistas en recuperación: sirve como una forma de entrenamiento activo para descansar los músculos y las articulaciones sin perder la condición física.
En conclusión, el aquagym es una muy buena forma de entrenar y mantenerse activo sin forzar las articulaciones que puede beneficiar a muchos grupos de población más vulnerables.