De algunas plantas se pueden extraer aceites esenciales, sustancias concentradas que se pueden obtener de sus hojas, flores, frutos o cortezas. Estos aceites han sido utilizados durante siglos tanto por sus propiedades terapéuticas como aromáticas. En la actualidad se usan para apoyar la salud física y emocional de las personas.
Una de las principales utilidades de los aceites esenciales es el alivio de dolores musculares, de cabeza o de articulaciones, entre otros. También pueden ayudar a descongestionar las vías respiratorias y mitigar los síntomas de resfriados, gripes y alergias.
Otros aceites esenciales contribuyen a calmar problemas digestivos como la indigestión, los gases y los espasmos, o a curar heridas, ya que poseen propiedades antibacterianas y antifúngicas que favorecen la cicatrización de heridas.
En cuanto a la salud emocional, muchos aceites esenciales tienen propiedades relajantes y calmantes que reducen el estrés y la ansiedad. En algunas ocasiones pueden ayudar a conciliar el suelo y mejorar su calidad.
Propiedades y beneficios de los aceites esenciales
Existen cientos de aceites esenciales y cada uno se extrae de diferentes partes de la planta, lo que hace que presenten unas características particulares.
- Lavanda: el uso de esta planta reduce el estrés, calma la piel irritada y ayuda a cicatrizar heridas. Además, es relajante, antiinflamatoria y cicatrizante.
- Árbol del té: el aceite esencial de esta planta puede combatir el acné y desinfectar heridas. También alivia las picaduras de insectos, ya que cuenta con propiedades antimicrobianas, antifúngicas y antivirales.
- Eucalipto: puede mitigar los problemas respiratorios y los dolores musculares si se realizan friegas porque este aceite esencial es descongestionante y antiinflamatorio.
- Romero: de este aceite podemos esperar que mejore la concentración, alivie los dolores musculares y fortalezca el cabello por sus propiedades estimulantes y antioxidantes.
- Menta: mitiga los dolores de cabeza y contribuye a una buena digestión por su efecto refrescante y analgésico.
- Incienso: reduce el estrés, alivia la ansiedad, mejora la concentración y favorece la cicatrización de heridas.
- Limón: este aceite esencial limpia el ambiente y aporta frescura por sus propiedades antisépticas. Puede ayudar a la digestión y a fortalecer el sistema inmunológico.
Antes de lanzarse a usar aceites esenciales, hay que tener claro que no todos los aceites son seguros para su uso directo sobre la piel, ya que pueden causar irritaciones o alguna reacción alérgica.
¿Cómo usar los aceites esenciales?
Es importante que, además de buscar los efectos positivos de los aceites esenciales, elijas un olor que te guste y te resulte agradable. Antes de aplicarlos sobre la piel, has de diluir los aceites esenciales en un aceite portador, como el de almendra o el de jojoba.
Sería conveniente que realizarás una prueba de parche de la alergia para asegurarte de que tu piel no reaccionará de forma negativa a la aplicación del aceite esencial.
Desde el Ministerio de Sanidad informan de que pueden servir como recurso complementario. En cualquier caso, es imprescindible consultar antes un profesional de la salud.
Maneras de disfrutarlos
Además de aplicarlos sobre la piel mientras se realiza un masaje, hay otras maneras de usar tus aceites esenciales. Una de las formas de disfrutar de tus aceites esenciales es difundirlos en el aire para crear un ambiente terapéutico y aromático.
Otra opción es optar por un baño y añadir unas gotas en el agua para ayudar a relajar cuerpo y mente. Un último modo de usarlo es mediante la inhalación directa, tanto del frasco como mediante un pañuelo o similar.
En cualquier caso, a la hora de guardarlos se deben dejar en un lugar fresco y oscuro, lejos de la luz solar directa para que mantengan sus propiedades y no se vuelvan nocivos.


