Freshly Cosmetics fue fundada en febrero de 2016 por Miquel Antolín y Mireia Trepat, dos jóvenes amigos recién licenciados en Ingeniería Química. La idea surgió tras ver a Mercè, madre de Miquel, elaborando jabones y productos alternativos naturales en casa para cuidar de sus seres queridos. Los dos jóvenes empezaron a investigar y a creer que otro tipo de cosmética más saludable, natural y respetuosa con las personas y con el planeta era posible. Y no se equivocaron: ocho años después, la compañía vende sus productos –formulados con más del 99 % de ingredientes naturales– en 36 países distintos a través de su página web, cuenta con 18 tiendas propias repartidas por todo el país y está presente en los principales retailers de España, Andorra, Italia, Portugal y Francia.
Cuando hablamos de cosmética natural, ¿de qué estamos hablando en realidad?
La cosmética natural se enfoca en la obtención de moléculas y activos de origen natural para la elaboración de productos cosméticos más biocompatibles con la piel. Hay una asociación mental por parte de las personas de que lo natural es más respetuoso con la piel y así es. El motivo es que las moléculas que se usan en cosmética natural tienen bioestructuras reconocibles por la piel, lo que las hace más afines a ella que un ingrediente sintético. El objetivo de la cosmética natural es mejorar el funcionamiento propio de la piel y preservarlo. No es que los ingredientes sintéticos sean nocivos per se, sino que, al no ser tan reconocidos por la piel, pueden interactuar con ella de formas que no conocemos del todo, lo que lleva un riesgo asociado. En los últimos veinte años se han prohibido decenas de ingredientes sintéticos que las personas han estado usando durante décadas en su piel. Uno de ellos es el formaldehído, prohibido a principios de los 2000 y ahora reconocido como cancerígeno.
¿Qué beneficios reales aporta la cosmética natural a nuestra piel, a diferencia de otro tipo de cosmética?
La piel es el órgano más grande del cuerpo y cumple un papel fundamental no solo de protección, sino de producción de muchos metabolitos claves para la salud humana, como la vitamina D. Sirve para interactuar con el ambiente y, aunque se nos diga que los cosméticos no penetran en el organismo, sí lo hacen. Recientemente se presentó un estudio científico donde se identificaron benzofenonas y oxibenzonas (dos filtros solares ampliamente utilizados) en la orina del 97 % de los participantes del estudio. Nuestra apuesta es ofrecer la mejor innovación y eficacia a las personas con moléculas naturales que sean reconocidas por el organismo. Por ejemplo, nuestro producto estrella, el Golden Radiance Body Oil, tiene en su formulación doce aceites vegetales de alta calidad. La combinación de estos aceites genera un equilibrio de ácidos grasos lo más parecido posible a los que la propia piel produce, para que se integre en ella fácilmente. De hecho, nuestros clientes se sorprenden de cómo se funde y fusiona con la piel.
¿Qué beneficios presenta para el planeta la cosmética sostenible?
La industria cosmética utiliza por lo general siliconas, sulfatos, microplásticos y otras sustancias para reforzar la eficacia y el acabado de sus productos. Estas partículas se acaban filtrando y llegan a mares, océanos y distintos ecosistemas. Desde Freshly apostamos por iniciativas sostenibles que nos ayudan a cuidar nuestro planeta y nuestro entorno. Por ejemplo, el uso de ingredientes naturales alternativos como las micas, que nos permiten aportar ese brillo que dan los microplásticos, pero con partículas minerales que no dañan los océanos; o el formato refill, que ofrece la posibilidad de reutilizar nuestros envases de vidrio de manera infinita.
¿Nos podrías hablar de algún activo natural que utilicéis en vuestras formulaciones y que merezca la pena tener en cuenta en nuestro día a día?
En nuestros productos utilizamos más de mil ingredientes seleccionados uno a uno. Uno de los activos naturales que abandera Freshly es la astaxantina, conocido por ser el antioxidante más potente de la naturaleza. Su función antioxidante es hasta 65 veces más potente que la vitamina C, aunque la gente todavía no lo conozca mucho. Entre sus funciones destacan su capacidad de reparación de la piel, protección frente a la producción de radicales libres y mejora de la elasticidad e hidratación. Por ello está presente en nuestro Golden Radiance Body Oil y en algunos de nuestros productos faciales, como el sérum de vitamina C o la crema hidratante para pieles secas y sensibles Bloom Orchid. También me gustaría destacar la formulación de nuestro desodorante, uno de los productos de los que estamos más orgullosos. Estuvimos más de dos años investigando para desarrollar un desodorante sin aluminio que permitiera la transpiración, pero redujera el olor corporal. Al final lo conseguimos mediante un abordaje innovador: a través de la tapioca y la tierra de diatomeas altamente porosas conseguimos capturar el sudor corporal, y gracias a los activos prebióticos desplazamos las bacterias causantes del mal olor para que no pudieran proliferar. Esto nos ha permitido conseguir un desodorante que dura doce horas, con un enfoque integral que preserva el funcionamiento natural del cuerpo.
Hablemos del INCI (listado de ingredientes) de los productos. ¿Qué ingredientes naturales podrían sustituir a otros sintéticos comunes como los parabenos o las siliconas?
Tanto Mireia como yo, los dos fundadores de Freshly, estudiamos Ingeniería Química, lo que nos dio conocimientos necesarios para poder comprender con precisión los componentes de cada producto cosmético. De hecho, este fue uno de los motivos por el que decidimos crear Freshly: empezamos a investigar productos del mercado y vimos que estaban llenos de derivados del petróleo. Nosotros no queremos demonizar la cosmética convencional, pero sí ofrecer una alternativa que, para nosotros, es más afín a las necesidades de la piel. En cuanto a ingredientes naturales, algunos de los que utilizamos como alternativa a las siliconas son el aceite de jojoba, los extractos de algas, la glicerina vegetal o incluso las proteínas hidrolizadas de trigo y maíz, que aportan suavidad y brillo y mejoran la textura de la piel y el cabello. Y una alternativa a los parabenos es, por ejemplo, el ácido anísico, que se obtiene del anís. Es un ingrediente conservante que garantiza que el producto no se ponga en mal estado, pero que no tiene riesgos asociados a la disrupción hormonal. La naturaleza es sabia. Aunque las personas nos creamos inventores y casi dioses, la realidad es que la naturaleza ha creado armonía con una complejidad incomprensible para nosotros, así que solo hay que estudiar y copiar cómo ella lo hace.